"Estimados compañeros:
En el día de hoy, 27 de mayo de 2014, solicito la baja en el Partido
Unión, Progreso y Democracia, del que he formado parte desde sus
inicios.
La decisión, que he ido aplazando una y otra vez, cristaliza ahora
por la falta de autocrítica y el gusto generalizado que observé en
la noche electoral en Asturias por la autocomplacencia. Nadie allí
se planteó que unidos con otras fuerzas muy similares en
planteamientos y contenidos programáticos hubiéramos podido tener
unos resultados mucho mayores que la suma aritmética de votos.
UPyD no ha sabido capitalizar el desgaste de los grandes partidos y
sobre todo, el descontento de la población española, y el freno en
ese crecimiento es, en mi modesto entender, el personalismo de su
líder, incapaz de dejar que otros miembros puedan lucir con luz
propia o temerosa que otros personajes políticos de altura puedan
ensombrecer su figura.
Me voy para poder ser libre a la hora de votar. Para que nadie me
haga sonrojar al decirme que cuando UPyD llega a las instituciones
actúa como todos los demás, contratando a todos los amigos que
pueda.
Hubiese querido seguir en este proyecto hasta la "época post-Rosa
Díez" pues creí que el partido debería sobrevivirla, pero al paso
que va, creo que eso no va a ocurrir. Lo siento, me he cansado
antes.
Fue bonito al principio.
Un cordial saludo
Miguel Sáenz de Santa María Elizalde"
Lo más increíble es que ni siquiera se han dignado a contestarme, tan sólo me ha llegado el acuse de recibo del correo.
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