Tan sólo dos horas de esquí, pero hice récord: 10 bajadas. Eso no se hace ni en todo un domingo.
Así le gusta esquiar a cualquiera: buen tiempo, buena nieve, pistas vacías y remontes sin colas. Llegué a las dos y cuarto y estuve hasta el cierre a las cuatro y cuarto.
Y a las seis en clase de Inglés.
Otras dos como ésta y ya tengo la temporada hecha.
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