Visita relámpago a Ponferrada para cenar con mis antiguos compañeros del Colegio La Inmaculada. De paso por Babia se podía disfrutar este paisaje.

Visitar Madrid es un placer, siempre que sea por unos días. Creo que no me gustaría vivir allí. Pero disfrutar de la hospitalidad de Mevi y Pedro completa el asunto.

Además la excusa era un cursillo de didáctica de la Física, lleno de experimentos físicos sencillos y ocurrentes. Y me han dado ganas de volver a enseñar Física, algo que sólo he podido hacer durante cinco años de mi dilatada carrera docente.

Sí, aunque parezca mentira llevo en este oficio diecinueve años.

Un amigo ha compartido este video en Facebook, que no me resisto a compartir aquí: la historia en dos minutos. Toda la historia (bueno, o casi toda).

Enhorabuena a Ciutadans por triplicar el número de escaños de las anteriores elecciones, y a los compañeros de UPyD de Cataluña que también han logrado casi triplicar el número de votos.

Menudo patinazo del Sr. Más. Pero no dimitirá; en este país, incluida Cataluña, no dimite ni San Pedro.

Hace unos días me llegó por el Facebook este genial chiste, real como la vida misma.

Mucho tiempo llevaba yo queriendo cruzar este viaducto de Serín, y hoy ya he tenido quién me guiase y me acomapañase a visitarlo.

Las cámaras de seguridad, a veces captan cosas fuera de su rutina.

Esa Davis de vuelta a casa ya, pero que parezca un accidente.

Éste es uno de los pósters que el Equipo Español de Copa Davis ha editado para los vestuarios de la final de Praga. Todos muy simpáticos con referencias al cine.

Me cuenta mi amigo Félix que "La ciudad de los ojos grises" está siendo un éxito de crítica y público; no me extraña: es una novela bien escrita y muy entretenida.

Al paso que va, Félix va a tener que dejar su "otro" trabajo.

Me encanta el aspecto que tiene el mapa de visitantes de fotosycosas.es. Por cierto, en poco más de un mes este blog cumplirá seis años. Tenemos que pensar en algo para celebrarlo.

Para reírse un poco. A disfrutar.

Día de Todos los Santos, o como yo digo, de nuestros santos domésticos; yo tengo cuatro: se llaman Sebastián, Isidro, Manolo y Belén.

Rogad por nosotros.