Dedicado al Ministro Wert.
"Lo del pedo es verdad, que no lo sueltan los ojos; pero se ha de
advertir que el pedo antes hace al trasero digno de laudatoria que
indigno de ella. Y, para prueba desta verdad, digo que de suyo es cosa
alegre, pues donde quiera que se suelta anda la risa y la chacota, y se
hunde la casa, poniendo los inocentes sus manos en figura de arrancarse
las narices, y mirándose unos a otros, como matachines. Es tan
importante su expulsión para la salud, que en soltarle está el tenerla. Y
así, mandan los doctores que no les detengan, y por esto Claudio César,
emperador romano, promulgó un edicto mandando a todos, pena de la vida,
que (aunque estuviesen comiendo con él) no detuviesen el pedo,
conociendo lo importante que era para la salud. Otros dijeron que lo
había hecho por particular respeto que se debe al señor ojo del culo."
Francisco de Quevedo. Gracias y desgracias del ojo del culo.
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