Visita agridulce a mis monjas de Ponferrada. Así he sabido de la jubilación de Pili Yáñez, de la continuidad de Camino, Nieves y José Miguel, y de Lourdes, quien me reemplazó. Pero también he conocido la triste noticia de la muerte hace dos años de Madre Ángela, a quien admiré como directora y como religiosa. Un beso para ella, dondequiera que esté.
Volver sobre los pasos de uno es delicado. Ya sabes, la vida sale al encuentro y la muerte está en el camino.
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