Hace poco publicamos aquí una foto muy curiosa de una imagen de San Ignacio de Loyola; éste es el retrato más fidedigno que existe del soldado que se volvió santo en el torreón de Azpeitia y en las cuevas de Manresa. Precisamente allí escribió su obra más importante e influyente: los Ejercicios Espirtituales, un itinerario espiritual que ha cambiado la vida de millones de personas desde entonces.
El mes de Ejercicios Espirituales que hice en Villagarcía de Campos dirigido por Juanjo Iragorri fue para mi una experiencia que nunca podré pagar suficientemente a la Compañía de Jesús.
Y cómo no, felicidades a Ignacio.
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