Los de Calcedonia han hecho un gran anuncio con esta canción: She's always a woman to me, de Billy Joel. Aquí la tenéis completa y con su letra.

La fácil broma con el apellido de la nueva Ministra de Sanidad hubiera causado un reguero de palabras en boca de un diputado de cualquier partido, pero como la dijo Wyoming "se lo perdona".

Ya tenemos el robotín funcionando. Estamos en marcha.

Se ha muerto el pulpo Paul. Propongo que lo den como menú de cena en una residencia de niños superdotados.

;-)))

Aún me quedan unas cuantas fotos de Rumanía para publicar.

Danzas Tradicionales Rumanas en la Cena Oficial del Encuentro de Sibiu, ejecutadas por los alumnos del Palacio de los Niños.

El viaje duró casi 21 horas: A las 4 de la mañana de allí salíamos del hotel rumbo a Bucarest en una furgoneta con chófer, cinco horas menos cuarto de carreteras rumanas hasta el Aeropuerto de Otopeni. Allí me pasó una cosa increíble, no pude gastar los lei (moneda rumana) que me quedaban porque no los admiten en las tiendas del aeropuerto. No admiten la moneda oficial en su propio territorio.

A las doce el vuelo de EasyJet de casi cuatro horas hasta Madrid. Allí ALSA hasta la Estación Sur de Autobuses donde tuvieron la amabilidad de hacernos esperar tres cuartos de hora para arrancar el bus hacia Asturias. Pasadas las once y media llegábamos a Oviedo.

Ayer y hoy descansando y aún así me da una pereza tremenda ir mañana a trabajar; pero, ¿qué remedio?

La Torre de los Carpinteros forma parte de la muralla más vieja.

Decididamente Sibiu es una ciudad bonita. En esta "Torre Gorda" tienen un auditorio-teatro, enclavado en la muralla (que al fin encontré).

Visita a un taller artesanal de vidrio soplado. Los trabajadores unos artistas, pero el equipo de seguridad inexistente. ¡Trabajan en chanclas!

Cena oficial del encuentro en el hotel, con bailes típicos realizados por alumnos y alumnas del Palatul Copiilor, nuestra contraparte rumana.

Nunca había entrado en una iglesia ortodoxa. Es una experencia interesante. Además la presencia en el grupo de una niña rumana que habla muy bien español me permitió hacer un montón de preguntas que contestó de buen grado.

También he aprovechado a comprarme un icono y he visto a un pope de la mano de sus dos churumbeles mellizos y su esposa. Todos muy elegantes y guapos.

A Drácula no lo vi, pero el Castillo de Bran es precioso. Los reyes rumanos del período de entreguerras (Ferdinand y María de Rumanía) acondicionaron al estilo romántico una fortaleza medieval con mucho gusto.

El tiempo muy bueno y el encuentro con los compañeros del Proyecto Comenius muy agradable.

¿Qué es esto que me pica en el cuello?

Por la tarde, visita a un museo de edificios tradicionales (desmontados y traídos hasta aquí) muy agradable.

El tiempo, como se puede ver, muy bueno, aunque más frío de lo que yo imaginaba.

Sibiu no es el submarino de la serie de TV de los 70, es una coqueta ciudad del centro de Rumanía. Fue durante un tiempo capital del Principado de Transilvania, una época en la que estas tierras dependían del Imperio Otomano, aunque a veces los Habsburgo intentaban controlarlas, a veces con acuerdos con los otomanos y otras por la fuerza.

Al final el territorio quedó bajo el Imperio Austro-Húngaro, que denominó a la ciudad Hermannstadt.

La noche se hizo eterna. A eso de las 5 de la mañana nos subimos al avión de BlueAir que nos traería hasta Sibiu. Al fin en Rumanía. Éste es el agradable paisaje que se ve desde la ventana de mi habitación en el Hotel.

Espero que los vampiros no lleguen hasta aquí. Por si acaso me miraré todas las mañana el cuello a ver si hay huellas.

Descanso antes de salir a comer (muy barato) y ahora siesta a ver si recupero el sueño perdido.

Lo del viaje a Rumanía se complica: La línea aérea BlueAir que hace el trayecto Madrid-Sibiu nos ha cancelado el vuelo de vuelta, y la mejor alternativa es quedarse allí dos días más.

Los lectores del blog quizás lo aprovechen, habrá mas fotos y quizá alguna mejor.

No nos llovió, aunque estuvo nublado casi todo el día; eso sí, las rachas de viento a veces metían miedo. Al final hasta salió un rayito de sol para alegrarnos la foto.

La Ruta del Cares es espectacular.

De Poncebos a Bulnes ida y vuelta, pero sin usar el funicular. Bonita excursión para preparar la Ruta del Cares de hoy. A ver si no se cumple la amenaza de lluvia.

Los del Wall Street Journal han puesto hoy en su portada este video que, aparte de los topicazos, nos da una idea de la percepción que los financieros anglo-sajones tienen de nosotros (o de la que el Wall Street Journal quiere que tengan).

Podemos estar tranquilos: no nombran a Belén Esteban.