La ministra y la nueva senadora se daban grandes abrazos cuando el presidente del Senado leyó los resultados de la votación. Las españolas ya pueden abortar (casi) libremente. Los del PNV también están muy contentos con ella.
Y qué piruetas dialécticas tuvo que hacer Juan Antonio Martínez Camino para explicar que los diputados y senadores que han votado a favor de la ley están en pecado público, pero el caso del Rey es distinto.
Quede claro que la doctrina del pecado público no es nueva en absoluto, están afectados por ella, por ejemplo, aquellos católicos que habiéndose casado por la iglesia, se divorcian y se casan de nuevo por lo civil, sin obtener la nulidad del matrimonio eclesiástico. Éstos no pueden recibir la comunión.
Que se prepare Bono.
Un colectivo de mujeres muy amplio, entre las que me encuentro estamos muy satisfechas con esta nueva ley del aborto que nos permite interrumpir el embarazo por voluntad propia ( dentro de unos plazos) sin tener que alegar causas y explicaciones ( que si problemas psicológicos,que si malformación del feto...) Supone un avance significativo al mismo tiempo que un acercamiento a las legislaciones de nuestro entorno. Un paso en la consideración de las mujeres ( y los hombres que deciden hacer con ellas el camino) como mayores de edad para tomar decisiones.
ResponderEliminarLa iglesia podrá exponer su discurso en sus púlpitos y medios de comunicación y dirigiendose a sus seguidores marcar las prohibiciones que considere. La ley, como en su día la del divorcio con la que tambien fueron tan beligerantes ( pobre Fernánde Ordoñez), no obliga a nadie y se enmarca dentro de una sociedad en la que hay ( o al menos debería haber) una separcación nítida entre iglesia y estado.
Personalmente no he utilizado ninguna de las dos leyes, ni la del divorcio ni la del aborto ( aunque soy favorable a ambas) y sin embargo conozco a creyentes que se han benficiado del ejercicio de ambas.¿falsa conciencia?
En cualquier caso me resultan patéticas, más bien dan risa, las explicaciones de la curia ante las preguntas de los periodistas sobre la comunión del rey los próximos domingos.
Un beso
Blanca