Hoy he acudido a la presentación de Asturix, una distribución de Linux, basada en Ubuntu, y creada por un muchacho de unos 14 años.
Entre otras cosas, se echa de menos un sonido asturiano en el arranque, en el que se mantiene el Ubuntu Sound cuando lo más propio serían unas gaitas, o las campanas del reloj de Cajastur.
No sé si aportará algo realmente, pero la voluntad es buena. A mi me parece que si se hubiese centrado en crear sólo un tema (un conjunto de elementos de apariencia) no habría hecho poco. Lo que yo entiendo por una distribución es un conjunto más o menos original de aplicaciones, lo más coherente posible, claro.
Si Asturix tiene recorrido, llegará a diferenciarse bien de su base, Ubuntu. Por ahora no lo hace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario