1 de febrero de 2009
Mis hijos estaban que trinaban. El partido de tenis duraba más de lo que ellos eran capaces de imaginarse y no podían usar su consola. Pero todo era estupendo, salvo la interrupción de la señal de transmisión por culpa de la nevada sobre Madrid.
El Rod Laver Arena con sus casi 15.000 espectadores y su techo practicable. Y los dos grandes.
Federer casi ni suda. Es elegante y sobrio, rocoso. Y muy bueno.
A Rafa se le pone a veces esa mirada asesina de indio Gerónimo. Me encanta.
Esta vez ganó Nadal. La guinda. Enhorabuena, Campeón. Eres el primer español que lo consigue.
Fotos: EFE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario