Hacía mucho que no iba a una manifestación. Ésta era una "obligación de partido". Fuimos unos pocos de UPyD para dejar claro que apoyamos la manifestación.

Lo divertido era ver a los liberados sindicales allí, que parecía que les habían pasado lista a todos, tan ordenaditos, tan completos con el "kit de manifa": pegatinas, banderita y hasta peto para los de la organización.

En todo caso, la cuestión tiene cierto peso, aunque espero que nunca tengamos que manifestarnos de verdad contra la aplicación de esta norma: 65 horas de trabajo semanales es algo que no deseo a nadie, ni europeo ni de ningún país.

Lo increíble es que esa norma haya sido aprobado en la humanista Europa.

Un secretillo: me fui antes de que acabara. La familia es lo primero.