A Schumacher no se le ha pegado nada del buen gusto italiano, a pesar de llevar 11 años trabajando con ellos, y ha aparecido con un hortera traje de terciopelo y raso.
Eso sí, se levantó y aplaudió con entusiasmo a los judíos supervivientes del holocausto.
Por cierto, entre estos últimos había uno de los salvados gracias a la lista de Schindler.
Más, Alonso estaba sentado en el estrado, como anterior premiado.
El próximo día hablaremos... del Poder Judicial.
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